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Fearless

Fearless

«La soledad no tardó en hacérsele insufrible, un nuevo impulso (…) iluminó con luz clara las tinieblas en que se hallaba su angustiada alma. (…) Algo lo perseguía, y eso era la realidad, y no la fantasía.»

— Dostoievski, F.: El Idiota, p. 272.

Cada vez cobra más sentido como la canción con mayor contenido emocional que puedo encontrar en esta gente. Una historia que parece mía, no por describirme, sino por descubrirme en sus sentires.


«You say the hill’s too steep to climb. Climb it!»

Al grano. No hay momento para dudar, pues tendrás que alzar la vista a un nuevo reto. Un tándem directo y simple: “¡Escálala!”. Una actitud decidida y desafiante ante la adversidad. Una voluntad de poder clara.


«You pick the place and I’ll choose the time»

Tu destino no es adónde irás; tu destino es lo que te ha llevado a este instante. Todas tus decisiones (pruebas de libertad y, por tanto, de sentido de vida) son el tejido que elabora tu destino. No necesariamente tendrás el control de todo, pues quizás otro será quien elija el lugar para que tú decidas el momento, para que luego te des cuenta de que incluso esta decisión no es completamente tuya: «Every day is the right day».


«And I’ll climb the hill in my own way»

Autenticidad. El primer guiño a aquel héroe al que llaman “Idiota”.


«Fearlessly the idiot faced the crowd, smiling»

El corazón de esta canción. Reúne todo lo necesario para establecer un manifiesto. Es inevitable verlo como una alegoría al Príncipe Myshkin, quien, dotando de claro protagonismo e importancia a sus sensatas emociones, entendió que es un animal que siente y convive con otros ejemplares de iguales características. No se trata de un idiota, pues El Idiota es, en realidad, el héroe de la naturaleza humana. La valentía de entender que el sentir te hace estar vivo.


«Walk on with hope in your heart and you’ll never walk alone»

La marca dejada. El estigma. Continúa.

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